Denominamos Cetosis al nivel de cuerpos cetónicos en sangre y Cetogénesis a la producción de cuerpos cetónicos por parte principalmente del hígado, que se activa cuando es bajo el nivel de glucógeno hepático.
Por tanto la disminución en la disponibilidad de los hidratos de carbono estimula el uso de las grasas como fuente de energía, a través de la transformación en cuerpos cetónicos y ser puestos a disposición de todas las células del organismo a través de la distribución sanguínea.
Ante la disminución de los depósitos de glucógeno (forma de almacenamiento de la glucosa) en el hígado, aumenta la oxidación de los ácidos grasos con el fin de formar cuerpos cetónicos que son moléculas altamente energéticas y que son utilizadas por el organismo como fuente de energía.
El término Cetosis o Ketosis está relacionado con la concentración de cuerpos cetónicos en sangre, que a su vez es dependiente de la formación de cuerpos cetónicos en el hígado y de su utilización por parte de las células.
Los cuerpos cetónicos formados en el hígado pasan a sangre, distribuyéndose de esta forma por todo el organismo. Los cuerpos cetónicos atraviesan también la barrera hematoencefálica, penetrando en el cerebro y de esta forma se encuentran a disposición de las células nerviosas que los utilizan como sustrato energético en lugar de la glucosa.
Además de ser altamente energéticos, los cuerpos cetónicos requieren menos cantidad de oxígeno para formar energía, lo que supone una gran ventaja en relación al uso de la glucosa en la obtención de energía, ya que la disponibilidad del oxígeno es limitada, sobretodo en situaciones (por edad, degeneración, patología,…) en las que el aporte de oxígeno al cerebro se ve comprometido. No hay que olvidar que todos tenemos una capacidad de consumir oxígeno más o menos limitada (se denomina consumo máximo de oxígeno, y está influenciada por factores genéticos y de entrenamiento) y que ese consumo máximo de oxígeno va disminuyendo desde los 30-40 años (la pendiente de disminución es variable en función principalmente de la actividad física), con lo que en las personas mayores el consumo máximo de oxígeno es significativamente menor y con ello la disponibilidad de oxígeno en todos los territorios, incluyendo el cerebral.
Por ello, el uso de una molécula altamente energética que requiere menos oxígeno para la obtención de energía por vía aeróbica, es una gran ventaja en toda situación en la que disminuye la disponibilidad del oxígeno, bien por la disminución funcional ligada a la edad, o bien por problemas circulatorios de diversa índole. Los cuerpos cetónicos cumplen las premisas de almacenamiento energético y menor necesidad de oxígeno, por lo que su formación en el hígado y su presencia en sangre puede ser de gran interés en el mantenimiento de las funciones cerebrales.
El conocimiento concreto del nivel de cetosis lo obtenemos de forma directa y objetiva a través del análisis sanguíneo de los cuerpos cetónicos, que lo podemos conocer de forma sencilla con el uso de un analizador de cetonas como el eBketone eB-K01 .
En relación a la información ofrecida en esta página:
Esta información no sustituye en ningún caso al consejo médico individualizado, sino que tiene una finalidad puramente informativa.
El uso y utilización particular de la información ofrecida es de responsabilidad exclusiva del usuario.