Existen 3 tipos de cuerpos cetónicos: el AcetoAcetato (AcAc), el β-Hidroxibutirato (β-OHB) y la Acetona, con una formación, concentración y metabolización diferenciadas.
La Formación de Cuerpos Cetónicos a partir de los ácidos grasos y concretamente del Acetil-CoA trae consigo la formación directa de AcetoAcetato, por lo que podríamos decir que el AcAc es el único cuerpo cetónico formado a expensas del Acetil-CoA, y una vez formado el AcAc la mayor parte se reduce dando lugar al β-Hidroxibutirato que cuando aumenta la cetogénesis llega a ser con diferencia el cuerpo cetónico más abundante que encontramos en sangre. Desde los hepatocitos los cuerpos cetónicos pasan a sangre para ser metabolizados en diferentes tejidos, entre los que podemos destacar el corazón, los riñones, la musculatura esquelética y el tejido nervioso. En sangre una pequeña cantidad de AcAc sufre una decarboxilación dando lugar a la formación de Acetona, con lo que en sangre coexisten en diferentes concentraciones los 3 tipos de cuerpos cetónicos. La cantidad y proporción de los principales cuerpos cetónicos en sangre como son el Β-OHB y el AcAc es muy variable en función de las condiciones; en individuos sanos que no están realizando ninguna dieta cetogénica, los niveles de cetonas en suero suelen ser inferiores a 0,5 mmol/l y nos encontramos concentraciones similares de β-OHB y AcAc (la relación entre ambos es de 1:1), mientras que cuando se realizan dietas cetogénicas o en complicaciones de diabetes, la formación de cuerpos cetónicos tiene un gran incremento pudiendo alcanzar concentraciones de hasta 25 mmol/l (en casos graves de cetoacidosis) con un aumento significativo y porcentual del β-OHB lo que da lugar a un gran incremento de la relación β-hidroxibutirato/AcAc que puede llegar incluso a un ratio de 10:1 en algunos estados de cetoacidosis. Por tanto, dicho ratio es muy variable pudiendo oscilar entre 0,6:1 y 4,8:1 y en casos puntuales alcanzar niveles de 10:1.
Esta diferencia en la formación de los diferentes tipos de cuerpos cetónicos en función de la actividad cetogénica es lo que se aprecia en el gráfico que presentamos ala derecha basado en el estudio de Cahill, «Fuel Metabolism in Starvation» en el que han hecho un seguimiento a personas que realizaban un ayuno muy prolongado. Al comienzo del estudio y antes de empezar el ayuno, se ve que los valores de los diferentes cuerpos cetónicos ( β-OHB, AcAc y Acetona) son similares. Una vez comenzado el ayuno se aprecia la evolución a lo largo del tiempo y a los pocos días hay un incremento ligero de los niveles de AcetoAcetato (AcAc) y Acetona en sangre, mientras que los valores de β-hidroxibutirato (β-OHB) en sangre se disparan, llegando el β-OHB a valores 4 veces superiores a los de AcAc.
La preponderancia de la participación del β-OHB en el cómputo total de concentración de cuerpos cetónicos en sangre es tal, que hay autores como Sena que llegan a cifrar en un 78% la participación del β-OHB en el total de cuerpos cetónicos en sangre en el curso de la cetogénesis en pacientes cetóticos, siendo de un 20% la proporción de AcAc, mientras que la Acetona supone sólo el 2% del total de cuerpos cetónicos. Estas proporciones (sólo se dan en estados de cetosis) son las que representamos en el gráfico y nos muestran la gran importancia que tiene el β-OHB sobre el total de cuerpos cetónicos, lo que puede tener influencia también en la representatividad de las diferentes formas de cuantificar los cuerpos cetónicos y el estado de cetosis, en función de que analicemos β-OHB, AcAc o Acetona. Lógicamente los métodos de análisis en los que el sustrato analizado sea el β-OHB en sangre, serán más fiables (por su representatividad del total de cuerpos cetónicos) que el resto de modalidades de análisis de cetonas.